sábado, 20 de noviembre de 2010

Lily en la Actualidad


Energética y vital, la sobreviviente del más importante trío de escultoras nacionales, ha retomado sus tardes de trabajo en su taller de Bellavista.
Lily, la mayor escultora viva que tiene Chile, la de más prestigio y renombre internacional, enfrenta sus días con garra firme, sin darle tregua al deterioro. No en vano, recién hace un año y medio dejó de esculpir con cincel. Desde que se levanta -sólo se queda en cama si está enferma- hasta que se acuesta, muy entrada la noche, esta diminuta belleza de translúcidos ojos azules y pelo albo, circula sin cesar por su gran departamento. "Soy una noctámbula sin remedio. Cuando todos se han ido a acostar, sigo dando vueltas, leyendo, jugando cartas. Siempre me ha gustado la noche, hay más silencio".

Ya no fuma pipa, placer que se dio cuarenta años. "Empecé a los 20 y lo dejé recién a los 60. Necesitaba mi pipa para concentrarme en mi arte."

Tiene la piel transparente y apergaminada, las manos surcadas, la espalda y la estatura encogidas por los años. Camina lentamente, pero jamás se aquieta: a su edad, es un ser independiente. Sin pedirle ayuda a nadie, traslada bandejas, sirve café, levanta floreros, extiende manteles o mueve lámparas halógenas de un rincón al otro. Con orgullo, muestra la colección de obras que adornan sus paredes. Su lucidez asombra: habla de historia, religión, arte y política, con ironía, mordacidad y sentido del humor. Y, en la mayoría de los casos, con buena memoria.

Su única limitación es salir a la calle. Sola no se atreve: para eso cuenta con su fiel María, su nana de 40 años, quien la cuida como a una joya. Con ella va todas las tardes a su taller de Bellavista. "Estoy contenta porque durante casi un año no pude venir. Retomarlo me ha hecho sentirme viva".

A veces se siente sola. Ha enfrentado un par de depresiones que la han botado, pero de todas ha salido fortalecida. Con su espíritu combativo, se fue a curar a Buenos Aires de la tristeza que le sobrevino al cumplir 90 años. "Caí en un hoyo. Estaba tan mal, que un matrimonio amigo me propuso viajar. Allá vi museos, fui al teatro, escuché tangos, jugué ruleta y bacarat en los casinos, porque a mí el juego me encanta. Recorrí tanto, que volví sana".

(...)

"El período más feliz de mi vida fue cuando supe que era escultora. Mis padres yugoeslavos llegaron a Chile a principios del siglo veinte. De los nueve hermanos, sólo los cinco últimos nacimos aquí, yo en Antofagasta. Fui la menor. Por eso, mi vocación cayó como bomba en mi familia. Sabían que, aunque entrar a Bellas Artes era un escándalo, me saldría con la mía".

A lo largo de su carrera, concentrada en su taller, muchas veces vivió epifanías:

"Una de ellas fue cuando Armstrong llegó a la luna. Eso dio origen a mi serie de quince lunas en mármol y bronce. O cuando fui a Isla de Pascua: de ahí salieron los Aku Aku. Pero uno de mis mayores deslumbramientos lo viví cuando descubrí, por casualidad, la esencia de la madera. Con ella, así como con el bronce, el mármol o la piedra, tú te pones de acuerdo, ellos mandan también, tienen una existencia. Los materiales viven".

(...) -He tenido la insolencia de vivir todos estos años, soy la última del tronco original de los Garafulic. Para Navidad y mi cumpleaños, se juntan aquí todos los descendientes. Llegan a mi casa más de cincuenta personas, todos sonriendo, cargados de paquetitos... ¡qué lata más grande!

Fuente: http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id={11c51d29-b9a5-43cc-a563-061cc6b41e62}#

jueves, 18 de noviembre de 2010

"Aku-Aku"


Eran una serie de esculturas, creadas por la artista. En ellas, el material estaba mínimamente intervenido. Eran tablones conservados sin alteración y en ellos la artista pocas veces tallaba cortaba la madera. Habían pocas intervenciónes en las que aplicaba metal e incripciones de signos, dejando en suspenso la labor del escultor.

En nuestra opinión, nos parece una obra interesante, consagradora de la escultora, pues con las pocas intervenciones que ella experimentó en la madera, logró un excelente resultado. Con aquellas formas, colores y esa suave textura, logra expresar implícitamente la angustia.

A propósito, en la Fotografía, apreciamos la obra "El Aku de la angustia". Aku Aku es un conjunto de esculturas, en la que destacamos esta.

El "ojo de Dios"


La obra "el ojo de Dios" es una obra estatuaria, hecha de mármol, mide 64 cm y se inspira en lo eclesiástico. En nuestra opinión significa que el ojo de Dios lo ve todo, que sea blanco refleja la bondad, la pureza y la inocencia que dios ve en nosotros, pero al mismo tiempo tiene partes mas oscuras que reflejan los pecados y errores de los seres humanos.
Es surrealista puesto que combina a Dios con el ojo humano y es abstracta.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Premios


-Tercer Premio del Salón Oficial. Santiago de Chile, 1936.
-Medalla IV Centenario de la Ciudad Valparaíso, Chile, 1937.
-Segundo Premio de Escultura, VIII Salón de Verano, Viña del Mar, 1940.
-Primer Premio de Escultura, IV Centenario Fundación de Santiago, 1941.
-Segundo Premio de Escultura, LIV Salón Oficial. Santiago de Chile, 1942.
-Premio Salón de Verano. Viña del Mar, 1943.
-Primer Premio Dibujo y Grabado Salón Oficial Santiago de Chile, 1945.
-Primer Premio Salón de Verano. Viña del Mar, 1945
-Primer Premio Escultura, Salón Oficial. Santiago de Chile, 1947.
-Premio de Honor, LXIV Salón Oficial. Santiago de Chile, 1953.
-Premio "Rebeca Matte", sección escultura, Salón de Verano, Viña del Mar, 1961.
-Mención Honrosa IX Bienal de Sao Paulo, Brasil, 1963.
-Premio Circulo de Críticos de Chile. Santiago de Chile, 1985.
-Premio "Rebeca Matte", Ministerio de Educación. Santiago de Chile, 1992.
-Premio Nacional de Arte. Mención plástica, 1995

Biografía

Lily Garafulic Yancovic (Antofagasta, 14 de mayo de 1914)

Hija de padres croatas, se mudo a los seis años a santiago; al terminar el colegio ingreso a la escuela de bellas artes de la universidad de Chile desde 1934 hasta 1938, estudio dibujo en el taller libre de alumnos de Hernan Gazmuri y poco después se transformo en la mejor alumna del taller de escultura del maestro Lorenzo Dominguez.
Recibio en 1944 una beca guggenheim en EE.UU donde ingresó a la New School of Social Research en Nueva York, ahí fue alumna de José de Kraft.

Fue directora del museo nacional de bellas artes de Santiago de Chile (1973-1977), ha colaborado en la Unesco (1957), con las naciones unidas (1959) y con la UNICEF (1975). Además recibió el premio nacional de artes plásticas de Chile en 1995.

Junto a Rebeca Matte y Marta Colvin es considerada una de las tres escultoras mas importantes de la historia.